
Todo evoluciona con la digitalización a una velocidad de vértigo y, por ello, los directivos deben estar más atentos que nunca a los cambios en su modelo de negocio y en su estilo de liderazgo. El IESE, por su parte, afronta en este contexto un doble reto: proporcionar la investigación más rigurosa al respecto y adaptar sus servicios al perfil del directivo digital, sin perder nunca su seña de identidad más clara basada en el contacto humano.
La digitalización progresiva de todas las parcelas de la actividad humana avanza muy rápidamente, produciendo cada vez más información y aumentando su grado de conectividad. Por ejemplo, los expertos aseguran que, en el 2020, más del 40% del contenido digital del mundo estará en la nube, es decir, comunicado entre sí.
A nivel empresarial y social, la magnitud de esta nueva era es todavía impredecible en muchas de sus áreas. Sin embargo, bajo una gestión adecuada, permite mejorar la eficiencia y la productividad, y generar tantas oportunidades de negocio como uno pueda imaginar.
El profesor Javier Zamora afirma que el denominado Internet of things, el big data o la impresión en 3D“son algunas de las manifestaciones de la densidad digital en la que vivimos. En esta nueva era, todo el mundo puede ser consumidor y, a la vez, productor y creador de valor, algo que presenta multitud de oportunidades en las empresas y en la sociedad”.
El cambio fundamental en las compañías se produjo con la llegada de Internet, según el profesor Josep Valor: “Con su aparición, el impacto potencial de las TIC en la empresa es mucho más profundo, afectando a los modelos de negocio y a la organización del trabajo”, afirma. “Hoy en día, casi cualquier persona interactúa con herramientas digitales. Cuando la tecnología afecta de manera sustancial a la sociedad, tanto los objetivos como la manera en que nos podemos organizar en la empresa se ven afectados. Por tanto, el éxito solo llegará si sabemos integrar la tecnología para conseguir ventajas competitivas reales”, añade.
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