
Cuando Enrique Francia aterrizó en Grupo VIPS en 2008 como vicepresidente financiero, la compañía comenzaba a sentir los rigores de la crisis económica. La situación era compleja. Tras analizar a fondo la empresa, la conclusión a la que llegaron los accionistas fue clara: el negocio no estaba adaptado a las nuevas circunstancias del mercado. La solución pasaba por transformar el ADN cultural del grupo y ponerlo de nuevo en forma para que volviera a crecer. Aunque eso implicara tomar medidas difíciles y delicadas. "Hay que tener muy claro adonde quieres ir y por dónde debes empezar", reconoció el directivo a los alumnos del programa Executive MBA.
En 2010, Francia fue designado CEO de VIPS, una compañía que cerrará este ejercicio con una facturación de 350 millones de euros y 8.000 trabajadores en plantilla. Una posición financiera sólida, que ha permitido al grupo fundado hace cuatro décadas por Plácido Arango estabilizarse y afrontar el futuro con garantías. "Todos hemos aprendido mucho de la crisis. Ahora se trata de no olvidar lo que ha sucedido estos últimos años para no volver a caer en los mismos errores", reflexionó el ponente.
Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, Francia cursó el Programa de Desarrollo Directivo (PDD) y años más tarde el Programa de Alta Dirección de Empresas (PADE) en el IESE. A lo largo de su trayectoria, Francia siempre ha trabajado en proyectos que implican la transformación de situaciones o el desarrollo de nuevas iniciativas. En Arthur Andersen permaneció nueve años. De ahí pasó a PRISA, donde estuvo casi una década, hasta que en 2008 se incorporó a VIPS.
"Hay tantos factores que influyen en tu carrera profesional, y el mundo está acelerando tanto su ritmo de cambio que en lo único que de verdad puedes confiar es en ti mismo. Hay que ser capaz de reinventarse", apuntó. En su opinión, la autoconfianza y la perseverancia son dos virtudes que debe poseer todo ejecutivo.
Liderar como servicio
"El trabajo de un líder es visualizar con claridad la meta y luego, con generosidad y vocación de servicio, hacer que tu equipo llegue hasta ella", indicó. Y añadió: "Los buenos líderes son aquellos que alumbran, y no los que deslumbran". Francia recomendó al auditorio pensar bien las cosas antes de actuar y, una vez tomada la decisión, no tener miedo a equivocarse. Apeló, además, a la importancia de ser coherente, tanto a nivel personal, como en la empresa. "La coherencia es la clave para diferenciarse de la competencia y de los demás", insistió.
Enrique Francia también enumeró las actitudes que deben caracterizar a los líderes, que pasan por la empatía, la integridad, la comunicación, la autocrítica, la curiosidad, el optimismo y la ambición positiva. "Los verdaderos genios son pocos. Por norma general, un líder no nace. Se hace a base de trabajo, perseverancia y de desarrollar ciertas habilidades", sostuvo.
El CEO de VIPS comparó a los directivos con los entrenadores de fútbol, ya que ambos puestos exigen sacar lo mejor de cada uno de los miembros del equipo. Por eso la empatía juega un papel fundamental. "Siempre hay que predicar con el ejemplo y saber adaptarse a las personas que te rodean, tratar de entenderlas, pero a la vez hay que saber mantener el nivel de exigencia", dijo.
Francia concluyó su ponencia con una última recomendación basada en la pasión y en el orgullo por el trabajo bien hecho. "La clave para seguir motivado y con fuerzas es estar convencido de que estás haciendo tu trabajo lo mejor que sabes, con compromiso y sin rendirte nunca", remachó.